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¿En qué ponemos nuestra pasión?

Reflexión sobre la fe y las causas que nos mueven

Texto escrito originalmente en julio de 2022. 


Según la RAE, la pasión es una «inclinación o preferencia muy vivas de alguien a otra persona«, el «apetito de algo o afición vehemente a ello«. Vallerand et al (2013) comentan que esta pasión puede darse de dos formas: Por un lado puede ser armoniosa, llevándonos a elegir hacer aquello que nos mueve en lugar de otras opciones. Pero la pasión también puede ser obsesiva, creando una presión que nos quita la alegría provocada por ese objeto, pasando así a ser una carga más que un placer.


Para quienes me conocen más allá de las redes sociales, será fácil recordar lo apasionada que he sido por diferentes causas que me han gustado a lo largo de la vida. De hecho, la mayor parte de mi conocimiento de este mundo digital proviene del intento por agradar a algún personaje. Saben que en más de una oportunidad crucé la delgada línea hacia la obsesión. Hoy que mi identidad está más firme no me avergüenza reconocerlo. Necesitaba pertenecer a algún lugar, pero eso es historia para otro post.


Momento país


La pregunta que me estoy haciendo por estos días está directamente influenciada por el momento político que estamos viviendo en mi país, donde nos preparamos a votar para aprobar o rechazar la propuesta de Nueva Constitución para Chile.


Si bien tengo una opción de voto más o menos clara de acuerdo a mi propia lectura, el período de campaña me tiene estresada por la cantidad de información a la que estoy expuesta.


Creo que a todos nos pasa en cierta medida: abrir una red social para distraernos debería ser un momento placentero, pero termina siendo un estresor cuando uno se encuentra con una discusión tras otra.


Y eso me pasa muy seguido, así que periódicamente dedico unos minutos de mi tiempo a ocultar/dejar de seguir perfiles muy intensos . Lo sé. Suena mal. Y quizá está mal, pero antes de hacerme una «mala imagen» de otra persona prefiero dar un paso al costado, mirar hacia otro lado.


La imagen de Dios


Cuando George Floyd murió a manos de la Policía en Minneapolis (Minnesota, EEUU) en mayo de 2020, me encontré con una reflexión publicada por un ministerio que sigo, donde hacía referencia a que ambas partes involucradas son portadores de la imagen de Dios, pues así es como fuimos creados. Entonces entendí que cuando me burlo, ofendo, critico, daño, o simplemente cuando pienso mal de otra persona, estoy haciendo lo mismo a la imagen de Dios.

“Así que Dios creó a los seres humanos a su propia imagen. A imagen de Dios los creó, hombre y mujer los creó.

Génesis 1:27
Nueva Traducción Viviente


Con esto creo que para una persona que ha decido dedicar su vida a proclamar el evangelio no es conveniente apasionarse por defender otras causas a las que no ha sido llamado. Me duele cuando veo líderes, hermanos, y amigos que dejaron de dar a conocer la buena noticia de que Jesús vino a reconciliarnos con Dios y se acaloran discutiendo qué lado es mejor, cuando ninguno será 100% bueno. Me duele todas las veces que mostré más un ídolo, que a Jesús.


Las ideas e ideologías humanas que provienen de nuestra limitada mente jamás podrán darnos un futuro y una esperanza similares al estándar de vida para el cual Dios nos pensó. Por el contrario, la maldad sigue multiplicándose y los corazones se siguen enfriando, no se vislumbran «tiempos mejores». Sin embargo, Jesús anunció que regresaría y nos encargó que por mientras hiciéramos discípulos para él. Creo que mientras más pronto lo entendamos, más pronto dejaremos de perder tiempo en otros propósitos.


Luz del mundo


Creo que en corazón de Dios no está la intención de exponernos y avergonzarnos, tampoco es mi idea con este mensaje, pido al Espíritu Santo que traiga su luz a nuestras vidas para que veamos con más claridad hacia donde vamos. Que veamos a quienes nos rodean y entendamos su contexto, necesidades, y decisiones como válidas aunque no nos agraden.


Después de todo tenemos que amarnos como Jesús nos amó, y nos amó mucho. Así que si después de leer esto sientes que hay algo ardiendo en tu corazón, hablémoslo!


Sólo Jesús es digno de toda nuestra pasión.


Aclaración: Al igual que todo el contenido de mi blog, este post es de carácter personal y no representa necesariamente la visión del lugar donde me congrego, los movimientos en los que participo o esferas donde me muevo.



Fuentes consultadas


Vallerand, R. (2016). Haciendo que la vida de la gente merezca ser plenamente vivida: La importancia de la pasión para la Psicología Positiva. Terapia Psicológica, 31(1), 35-48. Recuperado a partir de https://teps.cl/index.php/teps/article/view/85




La sanidad que no pesa
Mi experiencia con lipedema, HAES y fe en un cuerpo grande.